Puede que no te hayas fijado pero, si te miras bien en el espejo, el estado de tu piel en septiembre ha dado un paso atrás en calidad desde el principio del verano. Los que hayáis estado de vacaciones de playa sois los que más lo notáis: piel deshidratada, arrugas más marcadas, grano de la piel más rugoso, manchas que no estaban.
Esa piel de estropajo que se te ha pegado al rostro sigue siendo la tuya pero hace unos meses que está más al aire libre, ha tomado el sol (incluso a veces más de lo debido), ha estado entrando y saliendo de lugares refrigerados al calor ambiental, y la comida del chiringuito no ha ayudado en nada (mojitos aparte).
Has bebido más agua que en invierno pero es que la sudoración en época de calor es mucho más alta: bebes más pero pierdes más agua. Si resulta que el sol es el factor externo que más envejece la piel (70% de signos de envejecimiento), se acabó la conversación.
Aquí llega el equipo de Mensencia para darte consejos y trucos sobre los cuidados específicos después del verano: reparar, rehidratar, exfoliar y lo que haga falta para que tu piel luzca como nunca.
Estos cuidados post-verano son importantes no sólo por devolver a tu piel lo que ha perdido por el camino sino para prepararla adecuadamente antes del invierno. Eso afecta especialmente a las pieles sensibles, delicadas y secas a las que el frío afecta más que a las demás. Volver al trabajo no hará que las vacaciones queden tan lejanas: cuidarse y mimarse es placentero y antiestrés. ¿Te animas?
